Real Cofradía Hermanos de Jesús Nazareno

Vestir de mantilla en Semana Santa es vestir de luto. La mantilla debe acompañarse de discreto vestido negro y complementos negros. Su uso debe significar respeto, recogimiento y oración. Las mujeres de mantilla que acompañan a Jesús Nazareno en la Procesión del Silencio, lo hacen con el mayor respeto y humildad, siguiendo el ejemplo de María, con discreción y sin protagonismos.
Actualmente nos sentimos orgullosos de contar con más de 40 mujeres y jóvenes que visten de mantilla para acompañar a Nuestro Nazareno, siendo el número de ellas mayor cada año.
Aprovechamos este medio para recordar también a todas la mujeres que participando o no de diversas formas en la salida procesional (mantillas, banda de CC. y TT., penitentes), trabajan año tras año para engrandecer nuestra Semana Santa. A todas aquellas que planchan, cosen y recosen túnicas y enseres de la Cofradía, participan de forma activa para el éxito de la actividades y actos de culto, las mismas que el Jueves Santo por la mañana dejan sus quehaceres cotidianos para "vestir" de claveles el paso de nuestro Señor, rematar algún detalle y preparar una oración, dando siempre su apoyo y opinión sincera sobre todas las cuestiones y problemas que se plantean.
Tras la refundación de la Cofradía en 1986, las mujeres comienzan a ocupar su lugar en la misma, que tradicionalmente había permitido la asistencia de hombre a la Procesión.
Algunas de estas mujeres. niñas todavía en aquel momento, comenzaron a participar en la Banda de Cornetas y Tambores, como nazarenos o penitentes o incluso de costaleras. Y otras comenzaron a acompañar a Nuestro Hermano Jesús Nazareno vistiendo la tradicional mantilla española.
En aquellos años comenzaron unas ocho o diez jóvenes, que vestían de negro riguroso y portaban las banderas e insignias de la Cofradía. Pasados unos años, eran una o dos parejas de mujeres quienes acompañaban a Jesús de esta manera.
A principios del año 2000, una hermana cofrade que desgraciadamente ya no se encuentra con nosotros, sugirió la idea de volver a motivar a las mujeres y jóvenes para conservar esta forma de exaltar a Jesús Nazareno. De esta forma la Junta de Gobierno acordó adquirir unas mantillas para que, conscientes del coste de esta prenda, pudieran participar todas aquellas mujeres que lo deseasen sin tener que adquirirla. La convocatoria fue un éxito y poco a poco se fueron sumando más mujeres a este solemne acompañamiento.
Acompañamiento




